Esto es el principio de un sueño. De mi sueño de libros y libertad. Este Ángel que me sigue, tan terrenal, tan cercano, velará para que se realice. No dejará que me pierda en el marasmo de las cosas sin valor, en la nada de la memoria perdida. Vigilará para que nada me distraiga ni me confunda, para que no abandone ni mis ilusiones de niña, ni mis utopías adolescentes. Esto es el principio de mi sueño y mi futuro.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Contra la paz, contra la democracia. Agustín García Calvo


Hoy me encuentro guerrera. Este librito (el diminutivo sólo se refiere a su extensión, no a su contenido) lo leí, como tantas otras veces, al azar: me llamó la atención su título, tan políticamente incorrecto, tan chocante, tan extraño.
Siento decir que no conocía al autor, pese a ser una de las personas que más saben de esta maltratada lengua en la que intentamos hablar. Agustín García Calvo es filósofo, dramaturgo, gramático, poeta, ... pero creo que lo que mejor podría definirle es su coherencia, su rebeldía, su inconformismo. Sufrió (como tantos) el exilio y fue profesor hasta su jubilación, a pesar de su concepto de la educación formal.
No esperéis recetas en las páginas de este libro: es duro, te interroga constantemente sobre tus certezas, sobre lo que está bien y mal, sobre por qué está bien y mal. Le da la vuelta a todo lo preconcebido, a lo que estamos acostumbrados a dar por supuesto, a lo que tod@s aceptamos implícitamente como irrenunciable. ¿Y qué ocurre cuando esa democracia detrás de la que nos parapetamos es en realidad una triste burla? ¿Y qué ocurre cuando la paz sólo es (y no siempre) una ausencia de violencia?
No es fácil ponerse delante de las convicciones más íntimas y empezar a zarandearlas para ver si resisten. No es fácil derribar todo el entramado de creencias para empezar de cero, para ver si somos de verdad críticos, si no nos hemos acomodado, si no estamos defendiendo lo indefendible sólo por rutina.
Poneos delante de sus páginas y empezad a replantearos todo, las conclusiones pueden ser increíbles. Disfrutadlo.

"El mundo desarrollado aspira a que las poblaciones no sean más que masas de individuos, cada uno íntegramente reaccionario, es decir, conforme con el Estado y Capital que lo rige. Se confía en que por lo menos, por la parte de arriba, cada uno es necesariamente reaccionario, es decir, temeroso de su futuro, preparador de su futuro. Se confía, por desgracia, con buen fundamento, la parte superior de cada uno, la visible, tiene esa condición. Gracias a eso se confía en que las votaciones den siempre, por mayoría, resultados consabidos y conformes. Lo practican una y otra vez, están seguros de que el procedimiento va a darles lo que esperaban, y así funciona la cosa."