Esto es el principio de un sueño. De mi sueño de libros y libertad. Este Ángel que me sigue, tan terrenal, tan cercano, velará para que se realice. No dejará que me pierda en el marasmo de las cosas sin valor, en la nada de la memoria perdida. Vigilará para que nada me distraiga ni me confunda, para que no abandone ni mis ilusiones de niña, ni mis utopías adolescentes. Esto es el principio de mi sueño y mi futuro.

viernes, 17 de diciembre de 2010

El libro de los abrazos. Eduardo Galeano.


Eduardo Galeano es un escritor uruguayo, probablemente de los mejores del continente americano. Tiene un compromiso político activo y evidente desde hace muchísimos años que le llevó al exilio en España, puesto que incluso Videla lo puso en su punto de mira durante la dictadura argentina. Quizá su libro más famoso sea Las venas abiertas de América Latina, ya era célebre, pero entró en la categoría de "más buscado" cuando Hugo Chávez se lo regaló a Obama ¿lo recordáis? Este del que hablo hoy no se aleja de su visión del mundo, todo lo contrario. Es difícil de clasificar porque no es novela, no es poesía, quizá podríamos decir que son mini-relatos, realmente mínimos en ocasiones. Son hechos sucedidos en realidad, pintadas vistas en alguno de sus múltiples viajes, reflexiones sobre acontecimientos puntuales, ... realmente extraño. Lo único que es incuestionable es su poesía implícita, su exquisita forma de utilizar el lenguaje para relatar esas cosas cotidianas, tan importantes. Todo lo cuestiona desde su prisma de voz doliente por los marginados, por los excluídos. Es, con todo, un libro sencillo de leer, quizá por la brevedad de sus escritos, por la manera crecana de contarlo todo. Si no sois muy lectores, es una de las mejores formas de engancharos a un buen escritor y a un buen libro. Cuando leáis el texto que os dejo, pensad que no se escribió durante esta crisis, ni siquiera al principio de ella, el libro fue publicado en  1989. Disfrutadlo.


"Los banqueros de la gran banquería del mundo, que practican el terrorismo de dinero, pueden más que los reyes y los mariscales y más que el propio Papa de Roma. Ellos jamás se ensucian las manos. No matan a nadie, se limitan a aplaudir el espectáculo.
Sus funcionarios, los tecnócratas internacionales, mandan en muchos países: ellos no son presidentes, ni ministros, ni han sido votados en ninguna elección, pero deciden el nivel de los salarios y del gasto público, las inversiones y las desinversiones, los precios, los impuestos, los intereses, los subsidios, la hora de salida del sol y la frescura de las lluvias.
No se ocupan, en cambio, de las cárceles, ni de las cámaras de tormentos, ni de los campos de concentración, ni de los centros de exterminio, aunque en esos lugares ocurren las inevitables consecuencias de sus actos.
Los tecnócratas reivindican el privilegio de la irresponsabilidad:
- Somos neutrales -dicen."

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Mantener la chusma a raya. Noam Chomsky.


Noam Chomsky es un intelectual norteamericano, de los más lúcidos y combativos que resisten hoy en día. Es un lingüista excelente, y ello le permite ser en sus escritos políticos, preciso y riguroso.
En el ámbito político se defne como anarcosindicalista, pero no un teórico, sino alguien informado, bien informado y, por tanto, crítico hasta la extenuación con su país, con el sistema capitalista, denunciando constantemente las manipulaciones y estrategias del poder establecido, las mentiras y los delitos que cometen los estados amparados en subterfugios.
En este libro, Chomsky nos advierte de la lucha denodada del poder para abortar cualquier manifestación de pensamiento crítico, de cuestionamiento por parte de los ciudadanos. Lo importante es desbaratar cualquier intento de protesta, de pensamiento libre. Sólo negándonos la posibilidad de pensar, serán capaces de manejarnos a su antojo. Y para que ello no suceda, nos impele a agruparnos, a juntarnos como sea, donde sea, a organizarnos y a resistir. Cualquier opción es válida: sindicatos, radios, revistas, tertulias, libros, cualquier cosa que nos haga pensar, que nos cuestione permanentemente a cerca del poder, que desbarate sus intentos de adormecernos con sus cánticos de sirena. Y sólo hay una opción: información, investigación, cuestionamiento, mentes libres, en definitiva.
Aquí encontraréis material abundante para replantearos todo "lo que ya sabemos", datos claros y concisos, el poder puesto delante de sus propias falacias.
Esto sí será un auténtico terremoto para vuestras cabezas. Disfrutadlo.

"D.B. ¿Por qué es importante mantener la chusma a raya?

N.C. Cualquier forma de concentración de poder, cualquiera que sea, no quiere verse constreñida a un control popular y democrático, o a una disciplina de mercado. Los sectores poderosos, incluídas las corporaciones ricas, se oponen naturalmente a una democracia efectiva, al igual que se oponen a un mercado efectivo, que funcione, por lo menos para sí mismas. Es natural. No quieren soportar controles extraños que constriñan su capacidad para tomar decisiones y su libre albedrío, lo que supone que las élites son extremadamente antidemocráticas.

D.B. ¿Y siempre ha sido así?

N.C. Siempre. Por supuesto hay que matizar que se favorecen ciertas formas de democracia, lo que habitualmente se llama "democracias formales". La teoría democrática moderna simplemente está más articulada y es más sofisticada que en el pasado. Los teóricos de este cuño opinan que el papel del pueblo, de los "ignorantes y entrometidos intrusos", como les llama Walter Lippman, sea el de mero espectador y el de participante. Que se limiten a ratificar las decisiones tomadas quién sabe dónde o a elegir entre los representantes de los sectores dominantes en lo que se denominan elecciones. Esa forma de democracia es válida y, sin duda, muy útil para cierta clase de grupos dominantes, básicamente los que existen en las sociedades de capitalismo de Estado y también para la emergente burguesía de hace uno o dos siglos. Por una parte tiene un efecto legitimizador, y por otra ofrece significativas opciones a los sectores más privilegiados, a veces llamados clase política o "los que toman las decisiones". Vienen a constituir un cuarto de la población en las sociedades ricas."