Esto es el principio de un sueño. De mi sueño de libros y libertad. Este Ángel que me sigue, tan terrenal, tan cercano, velará para que se realice. No dejará que me pierda en el marasmo de las cosas sin valor, en la nada de la memoria perdida. Vigilará para que nada me distraiga ni me confunda, para que no abandone ni mis ilusiones de niña, ni mis utopías adolescentes. Esto es el principio de mi sueño y mi futuro.

martes, 9 de marzo de 2010

Cien años de Soledad. Gabriel García Márquez


Imagino que no hace falta presentación para este escritor ¿verdad? Empiezo por un libro conocidísimo, pero no pude resistirme. Es mi libro de cabecera que releo con inmenso placer una y otra vez. Cierto que al final del libro, quizá imbuída por tanto suceso maravilloso, increíble, se me mezclan los personajes, las guerras, los amores,... quizá por eso nunca me canso de leerlo.

Hay algo que me llama particularmente la atención, no sé si me ocurre a mí nada más: me asombra la fortaleza de las mujeres de la novela, desde la terrenal y práctica Úrsula, hasta la cruel abuela que prostituye a su nieta para hacerle pagar por el incendio de su casa, desde la Amaranta despreocupada, libertina y rencorosa, hasta Rebeca, hija llegada prisionera de un insomnio eterno. Todas y cada una, asumen su papel decisorio. No divagan, saben, luchan y ganan o pierden, pero no transmiten esa inmensa soledad de los hombres. Ellos son duros, locos, se ocupan de cosas nimias: peces, oro, guerras, ... Ellas llevan el peso de la vida.

Me desborda la enormidad de todo lo que pasa, de cómo pasa. Las cosas son inmensas, exageradas, brutales. Las personas aman y odian con una intensidad tan apabullante, que nuestras más tiernas muestras de afecto o nuestras mayores explosiones de ira, son ridículas si las oponemos a los sentimientos desbordantes de sus personajes.

Y me desarma ese círculo cerrado que se establece entre. Esa inevitabilidad, esa vuelta al miedo primigenio del descendiente deforme por el pecado de sus ¿tatarabuelos? reproducido infinitamente en sus hijos.

Aquí os dejo para terminar un pedacito de este libro. No voy a repetir el principio, porque creo que será la parte más conocida, aunque sí es cierto que me parece un comienzo magistral. Os reproduzco una de las partes donde se refleja el carácter de una de estas sorprendentes mujeres.

"... En el tumulto que se reunía en el patio a tomar café, contar chistes y jugar barajas, Amaranta encontró una ocasión de confesarle su amor a Pietro Crespi, que pocas semanas antes había formalizado su compromiso con Rebeca y estaba instalando un almacén de instrumentos músicos y juguetes de cuerda, en el mismo sector donde vegetaban los árabes que en otro tiempo cambiaban baratijas por guacamayas, y que la gente conocía coma la calle de los Turcos.


El italiano, cuya cabeza cubierta de rizos charolados suscitaba en las mujeres una irreprimible necesidad de suspirar, trató a Amaranta como una chiquilla caprichosa a quien no valía la pena tomar demasiado en cuenta.


Tengo un hermano menor -le dijo-. Va a venir a ayudarme en la tienda.


Amaranta se sintió humillada y le dijo a Pietro Crespi con un rencor virulento, que estaba dispuesta a impedir la boda su hermana aunque tuviera que atravesar en la puerta su propio cadáver. Se impresionó tanto el italiano con el dramatismo de la amenaza, que no resistió la tentación de comentarla con Rebeca. Fue así como el viaje de Amaranta, siempre aplazado por las ocupaciones de Úrsula, se arregló en menos de una semana. Amaranta no opuso resistencia, pero cuando le dio a Rebeca el beso de despedida, le susurró al oído:


-No te hagas ilusiones. Aunque me lleven al fin del mundo encontraré la manera de impedir que te cases, así tenga que matarte."

2 comentarios:

  1. Estupenda novela, nos hace reflexionar sobre el tiempo (circular, no lineal), las causalidades, los encuentros y desencuentros. Adelante con tus sueños y utopías, es también lo mejor de la vida.

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  2. Excelente elección, esta novela me enganchó hace muchos años a García Márquez,tras ella llegaron muchas otras pero sobre todas ellas me quedo con su "Crónica de una muerte anunciada". También circular como tantas de Márquez sigue pareciéndome increible su capacidad de atrapar al lector de esa manera conociendo el final desde el principio de la novela.

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